Yuliana Ortega Mathieú
yuli081@gmail.com
Hace poco hablaba con una señora de una generación diferente a la mía,
tal vez tendrá unos cuarenta años, sobre el ser mamá. Yo le comentaba
sobre las carreras y tragedias que hemos pasado con nuestros tres
"chigüines". Ella hacia un comentario que me dejó pensando, me
dijo: "Yuli, es que yo la oigo hablar y pienso que antes uno no pensaba
nada de eso, usted solo los tenía y punto" refiriéndose a los hijos.
Caí en la cuenta de que esa era la generación de mis papás, recordé los
viajes a Puntarenas en bus, como no podía dormir de pensar que iba a ir a la
playa, recordé como mi papá me sentaba sobre el trapo de dar brillo al piso y
me daba vueltas por la casa, recordé como jugaba luchas con nosotras.
Recordé que la diversión del sábado era ir caminando hasta la cancha,
donde mi papá nos tiraba en el aire y nos atrapaba con una mano y como él
siempre ha sido muy futbolero y no tuvo ningún hijo varón, recuerdo que fue a
mi a quien compró y vistió (muy en contra de mi mamá) con un uniforme del
Saprissa y corríamos detrás de una bola.
Recordé también una conversación con mi mamá en la que le pregunté
porqué no había estudiado en la universidad y me contestó que simplemente en su
época nadie pensaba que eso de ir a la universidad fuera indispensable o fuera
algo con lo que no se podía vivir y tenía razón, así vivimos ella y mis
hermanas. Tal vez hubieron cosas que nos hicieron falta, hubieron cosas que no
tuvimos pero al final solo fueron eso: "cosas", tan sin importancia
que seguimos aquí con vida.
Entonces ¿Por qué ahora tenemos que ser mamás de la "high class"? A nuestros hijos no
les importa si somos papás con plata o sin plata, ellos no lo saben, lo saben
en el momento en que nosotros les enseñamos que "tener plata" es algo
importante. ¿Por qué nos presionamos ahora porque usen ropa de marca, que
vayan a escuelas caras? Si de todas formas la educación principal viene siempre
de nosotros los padres ¿Porqué nos preocupamos de que viajen en carro o en bus?
Para ellos todo es una aventura, no les interesa si es pollo casero o pollo de
BK o si llevan tiempo sin comer McDonald´s,
somos nosotros papás quienes les enseñamos tales cosas, que al final siguen
siendo "cosas", "cosas" sin importancia que no recordarán
cuando piensen en su niñez.
¡Recordarán la comida casera de mamá,
recordarán las salidas al parque, los cuentos en la noche, las cenas en
familia, los abrazos, los besitos, los juegos entre hermanos y las peleas
también! En conclusión van a recordar el ¡TIEMPO QUE PASEMOS CON ELLOS y nada
más importa! Y tiempo es algo que toda mamá tiene para sus hijos y ¡sí gracias
a Dios es gratis!
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