Lina Calderón Cespedes
linainfo@gmail.com
El concepto de contaminación puede definirse como
una alteración del estado natural del medio, esto quiere decir que cualquier
agente que cause una ruptura en el equilibrio ambiental se considera nocivo
porque, además, tienen el potencial de causar daños a la salud de los seres
vivos que se desarrollan allí.
Por otra parte, el ambiente es un conjunto de
elementos que de manera conjunta constituyen el espacio donde se desarrolla una
población, estos elementos los conforman el ecosistema, la sociedad, la cultura,
la economía y demás factores
determinantes del desarrollo.
Y pensamos en estos dos conceptos como ideas
lejanas a nuestra rutina diaria, como si se tratara de asuntos de los cuales
deben preocuparse los gobiernos y sus instituciones.
Lo cierto es que la contaminación y el ambiente
están directamente relacionados a la conducta que mostramos desde nuestros
hogares y la manera en que transmitimos estos hábitos.
Actualmente Hatillo es el tercer distrito más
grande de todo el país. Esto se debe mayormente al crecimiento demográfico
experimentados durante las décadas de
1950 y 1960 con la oferta habitaciones que promovieron instituciones como el
Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU).
Para el año 2000 hatillo lo constituían casi 45 mil
habitantes, más de una década después el crecimiento urbano se hace notar en la
problemática ambiental producto de nuestras propias acciones.
No debemos pensar que la contaminación ambiental se
reduce al derretimiento de los cascos polares, al rompimiento de la capa de
ozono o a los derrames petroleros. Evidentemente esta afectación se manifiesta
en la inadecuada disposición de los residuos sólidos domiciliares que dos veces
a la semana se traducen en proliferación
de moscas, mosquitos, roedores, y animales que sirven como vehículo para
transportar hasta nuestros hogares todo tipo de enfermedades infecciosas.
En la provincia de San José una sola persona
produce aproximadamente 0,95
kg diarios de residuos, consideremos por un momento ¿a
cuántos kg se traducen si los producen 45 mil personas en 4,27 Km2?
El panorama no acaba aquí. Las consecuencias sobre
la salud de las personas, especialmente en las poblaciones vulnerables como
niños y adultos mayores aumentan las cifras de quienes sufren de infecciones de
las vías respiratorias, principalmente en zonas donde se acostumbran las quemas
o se lanzan desechos de las construcciones como escombros y demás materiales
que portan partículas respirables, las
diarreas por la alta proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades,
agentes virales y bacterianos procedentes de los residuos mal dispuestos,
contaminación de fuentes de agua, inadecuada manipulación de los alimentos en
sodas, comedores y la falta de higiene, provocando ausencias en los centros
educativos y saturación en los centros de salud a toda hora
Y además de esto no olvidemos que muchos de los sistemas habitacionales de
nuestro distrito están en las márgenes de los ríos y durante las épocas
lluviosas o en períodos extraordinarios y cíclicos propios de los fenómenos
meteorológicos, se ven afectados directamente por las inundaciones debido a que
los causes de estos ríos han reducido la capacidad de carga con la gran
magnitud de residuos sólidos y no tradicionales que allí pueden encontrarse.
Entiéndanse éstos como sillones, computadoras, llantas, loza sanitaria e
infinidad de materias inimaginables.
Ante esta situación no podemos esperar solamente
que la responsabilidad recaiga sobre las municipalidades o centros de salud,
porque lo cierto es que los primeros generadores de contaminación somos
nosotros mismos desde nuestro hogar, oficina, centro de trabajo y no nos damos
cuenta que una acción inadecuada no pone solamente en peligro el ambiente
natural, sino que significa también un deterioro de la propia salud física y la
de nuestros familiares. Es posible mejorar la salud humana si se promueven los
ambientes saludables.